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Estupidez matemática

GONOMETRÍA

    Si buscamos en el diccionario la palabra “matemática” encontramos la definición : “disciplina que estudia, mediante un razonamiento deductivo, (a partir de verdades evidentes), las propiedades de los entes abstractos, tales como los números, las figuras geométricas etc”.

   Recordemos que si las longitudes de los lados del triángulo rectángulo, son :

(h, lc1 y lc2),   cos. α = lc1/h  y  sen.α = lc2/h

   ¿Qué es la Gonometría?

   La gonometría es la ciencia que se ocupa del estudio de los ángulos. 

  ¿Por qué siempre se utiliza la palabra “polígonos”, (poliángulos), y no “poliláteros”?

   Las figuras, en el plano, que primero se “enseñan” a los niños son el cuadrado y el triángulo, seguidas de la circunferencia; puede afirmarse que los niños escolarizados saben que es el perímetro de un triángulo y de un cuadrilátero y también como es una circunferencia, saben las fórmulas, (ecuaciones), para calcular las superficies de triángulos y cuadriláteros, así como las de la longitud de la circunferencia y de la superficie del círculo.

   ¿Se han estudiado, por los matemáticos, las propiedades de estas figuras?, ¿Los teoremas que se deducen de estas figuras? y ¿Las barbaridades, (Einstein diría estupideces), que se explican como matemáticas?, ¡Por no haber estudiado estas figuras!

   Veamos algunas verdades y barbaridades,  que se deducen de los triángulos.

   Para los ángulos se vienen utilizando como símbolos, letras del alfabeto griego, y como base de numeración, la misma que utilizaban los sumerios, la base sesenta, y quien sabe si no la usaron civilizaciones anteriores, en esta base el ángulo máximo en el plano es 360º.

   ¿Por qué un matemático sumerio, que utilizaba la base sesenta, para la numeración, dedujo que un número adecuado para cuantificar el “ángulo total de la circunferencia es el número 360”?

   Con total seguridad, esta persona conocía la figura conocida como triángulo equilátero, la cual además de tener tres lados iguales, (equilátero), tiene tres ángulos iguales, (equiángulo); este triángulo siempre está inscrito en una circunferencia y es el único polígono, o “polilátero”, de lados iguales inscritos en circunferencias, que tomando como radio el lado de ese polígono, la nueva circunferencia, tiene inscrito un polígono de seis lados iguales y por tanto de seis ángulos iguales, cuya suma es el ángulo total en el plano, por tanto el ángulo, (en unidades de ángulo : uda = grado), es siempre : Aº = 6*nº = ¿?;

   ¿Con que número podemos cuantificar el ángulo de un triángulo equilátero?, un matemático sumerio, lógicamente, lo hizo con el numero de su base de numeración, el sesenta, por tanto en esta base los ángulos del triángulo suman 180º y los del ángulo total en el plano suman 360º, Aº = 6*60º = 360º

   Sin entrar a discutir si esta base es o no la mejor para su utilización en Métrica Espacial, (Espaciometría), verdadera ciencia matemática, vamos a analizar algo que nos conduce a deducir la barbaridad, Einstein diría “estupidez”, que supone aplicar el cálculo integral a los conceptos : seno y coseno.

   Partamos de la siguiente verdad : “el ángulo total de una circunferencia, lo podemos dividir en tantos grados como queramos, no hay nada que obligue a que sean 360º, pueden ser 240º”, o cualquier otro Nº de grados, pero se maneja mejor cualquier múltiplo de seis, ya que coincide con los lados del hexágono regular inscrito en la circunferencia.  

   Los seis lados del  hexágono inscrito en la circunferencia y los radios de la misma, que unen los vértices y el centro forman seis triángulos equiláteros, cuyos ángulos se pueden cuantificar siempre con un número, si la base de numeración es “40”, no hay nada que impida que los ángulos sean de “exactamente 40º cada uno”.

   La altura del triángulo equilátero divide al lado opuesto en dos segmentos iguales, por tanto, es evidente que, independientemente de que los ángulos, sumen 180º, 120º, 30º, o cualquier otro número, como :

                                             cos. α = lc1/h  y  sen.α = lc2/h

Base 60, (90º, 60º, 30º) : sen.30º = 1/2 , sen.60º = cos.30º = (√3)/2 y sen.90º = 1

Base 40, (60º, 40º, 20º) : sen.20º = 1/2, sen.40º = cos.20º = (√3)/2  y sen.60 = 1

Base 10, (15º, 10º, 5º) : sen.5º = 1/2 , sen,10º = (√3)/2  y  sen.15º = 1

   1ª) Verdad matemática o teorema : “El seno y coseno de un ángulo no depende del ángulo.

    ¿Por qué se admite que seno y coseno son funciones angulares?

   Una explicación puede estar en que una persona inteligente, se percató de lo siguiente : “siempre el cociente de la longitud del cateto, dividida por la de la hipotenusa con la que forma el ángulo “α”, es un número menor que uno y al conjunto de todos los cocientes les nominó con el término “cos.α” y a los cocientes del cateto opuesto con el de “sen.α”, por tanto se trata de dos conjuntos de números, perfectamente definidos”.  

   ¿Quien fue el poco inteligente que interpretó que al ser el ángulo un concepto continuo, los términos seno y coseno son funciones angulares continuas?. ¿Por qué se aceptó como un dogma?, Albert Einstein contestaría sencillamente : ¡La estupidez humana es infinita!    

   En el triángulo, no tenemos un invariante angular : α + β + ω = ¿?

   La suma : α + β + ω, elegida una base de numeración para los ángulos si la podemos considerar como invariante angular, pero sólo en esa base.

   ¿Por qué seguimos utilizando la base 60 de numeración para medir el tiempo,.  el reloj marca las horas de doce en doce, (base sesenta), la hora tiene 60 minutos, el minuto 60 segundos, los huevos, las flores, etc, se venden por docenas?

   Es evidente, al menos para mi, que el sumerio que descubrió, (no fue ni una ocurrencia, ni una revelación),  que el número 360 es muy adecuado para cuantificar los grados del ángulo total de la circunferencia,  fue un verdadero matemático.

   Probablemente, es mi opinión, esta persona descubrió, (no lo inventó, en matemáticas no hay nada que inventar), que si cuantificaba los ángulos del triángulo equilátero con el número de su base de numeración, el número sesenta, como el hexágono regular, siempre está inscrito en una circunferencia, la suma total de los seis ángulos, con vértice en el centro de la circunferencia es : A60º = 6*60º = 360º.

   Si la base hubiera sido (40), este matemático hubiera adoptado para los ángulos del triángulo equilátero el número cuarenta, el ángulo total sería : A40º = 6*40º = 240º.

   Si, en general, se adopta como ángulo del triángulo equilátero el número de la base, siempre el ángulo máximo es el número de la base multiplicado por seis; en base diez sería : A10º = 6*10º = 60º.

   Se deduce, que el triángulo formado por : h = radio, a = la perpendicular desde el centro de la circunferencia al lado del hexágono y b = r/2, es un triángulo rectángulo y en todos los casos :

   1º) El ángulo recto se cuantifica : base 60, con 90º

   2º)  “      “          “              “         : base 40, con 60º

   3º)  “      “          “              “         : base 10, con 15º

   Si nominamos a estos ángulos con las letras griegas, (a y b), para los agudos y “w” para el recto, se comprueba que, independientemente de la base de numeración y de las longitudes de los lados del triángulo, con :

α < β < ω ,   β = 2α,   ω = 3α,    y    ω = 1,5 β

   1ª) Conclusión o ¿teorema? : El ángulo recto, independientemente de la base de numeración, es siempre igual al número de la base multiplicado por 1,5.

   2ª) La suma : α + β + ω = ¿?, NO ES UN INVARIANTE ANGULAR

   3ª) Elegida una base de numeración, α + β + ω = 3·nº de la base de numeración.

   Dice el refrán que “detrás del ronzal va un burro”.

   Es más que evidente, para cualquier individuo inteligente, alienígena o terrestre, con unos conocimientos básicos de gonometría, que “las conocidas como funciones angulares”, no dependen de los ángulos, son cocientes de longitudes; son números.

   También es más que evidente, para quien adquiera, pues, al parecer nadie los tiene, unos conocimientos mínimos, de la base matemática del cálculo integral,  que el cálculo integral SÓLO SE PUEDE APLICAR A FUNCIONES CONTINUAS, por tanto :

CONCLUSIONES

   1ª) Como “los números no son funciones continuas, no son integrables, ni derivables”.

   2ª) Es una barbaridad integrar y derivar los conceptos seno y coseno .

 PROBLEMA DEL MILENIO

   ¿Quien le convence a un sumo sacerdote de esa religión a la que llaman “matemáticas modernas”, que sus dogmas no son verdades matemáticas?, ¿Qué las MATEMÁTICAS son una ciencia y no una religión?

      Se demuestran fácilmente que las llamadas matemáticas modernas están plagadas de dogmas absurdos, impuestos por teólogos, más bien chamanes, que los alumnos teníamos que creer, o fingir creer, y que los clérigos, más bien monaguillos, que los explican, siguen a esos chamanes, como las ovejas siguen al pastor o los burros van detrás del ronzal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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